Naturaleza Cercana

Cañón del Río Lobos

¿Cómo llegar?

Para llegar al Cañón del río lobos desde El Burgo de Osma, tomaremos la carretera S0-920 y en apenas 15 minutos llegaremos a la localidad de Ucero. En esta localidad se encuentra el centro de interpretación del parque natural y apenas a 2,5 km nos adentraremos en el cañón.

Muy cerca de la localidad de Ucero se encuentra la casa del parque que ofrece información actualizada sobre el estado del parque, y en su planta superior alberga una exposición interpretativa de los habitats, ecosistemas, flora y fauna de la zona y que resultará muy atractiva para los niños.

El Parque

Durante miles de años, el Río Lobos se fue haciendo hueco en el terreno kárstico para crear esta reserva natural, uno de los espacios naturales más impresionantes que podemos visitar y que deja una singular huella en todo aquel que lo visita.

Fue declarado parque natural el 10 de octubre de 1985, en atención a sus singulares atributos naturales y posteriormente, en 1987, se declaró también Zona de Especial Protección para las Aves.

Fauna y flora convergen en un espacio accesible y precioso para deleite de los ojos del viajero. En el interior del cañón, podemos encontrar la suntuosidad del románico en esa ermita de San Bartolomé de Ucero, vinculada a la Orden del Temple, en un enclave singular y al que podremos acceder de forma fácil.

Aparcamientos

Al entrar en el cañón continuamos por un camino asfaltado nos permite avanzar en coche unos 2,5 km hasta el parking de Valdecea, desde donde caminaremos hasta la ermita.

Una Visita Sencilla

Dentro de que el Cañón ofrece múltiples posibilidades de excursiones y rutas que nos pueden ocupar varias horas e incluso días, podemos elegir realizar una primera toma de contacto con este singular espacio natural. 

Es un paseo muy sencillo y accesible para todo el mundo, recorriendo un tramo del río Lobos para llegar al auténtico corazón del Parque: la explanada de la ermita de San Bartolomé. La excursión se puede realizar en un máximo de un par de horas y comienza en el parking de Valdecea.

Desde allí hay unos 800 metros a pie hasta la explanada de la ermita, y para realizar este trayecto tenemos dos opciones: ir por la Senda del Río, o continuar por la pista forestal. También podemos ir por un camino y volver por el otro, y así hacemos una pequeña ruta circular.

Cuando llegamos a la esplanada de la ermita nos sobrecogemos por la voluptuosidad del entorno, la ermita del s. XII domina el campo visual, a su derecha la cueva grande, y un poco por detrás a la derecha ese dolmen que nos sorprende con su verticalidad.

Dentro de este primer encuentro podemos descubrir los farallones que rodean la ermita, los buitres leonados, custodios de un lugar atemporal. Muy cerca de la ermita de San Bartolomé siguiendo una pequeña senda en cuesta bastante marcada a la izquierda de la ermita según llegamos a ella, en apenas 200 metros alcanzamos el mirador del balconcillo, un lugar ideal para llevarnos una foto de recuerdo.

Y si disponemos de más tiempo, podemos adentrarnos por un kilometro y medio más hasta el “colmenar de los frailes”.

Los Miradores

Dentro del parque natural del cañón del río lobos hay 5 miradores oficiales. Cuatro de ellos los podremos visitar tranquilamente con el coche y son el mirador de Costalago, el mirador de la Lastrilla, el del Castillo y el de la Galiana siendo este el más famoso de todos. Por último, tenemos el mirador de las Gullurías al que podremos acceder a pie realizando la ruta que le da nombre saliendo desde la casa del parque en Ucero.

El Pantano de Vildé

Yacimientos Arqueológicos

Castillo de Osma

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Castillo de Ucero

Muy cerca podemos encontrar el castillo de Ucero, enclave al que se accede por la localidad que le da nombre.

El Castillo de Ucero y su entorno, con 2,3 hectáreas de superficie, conforman un yacimiento arqueológico en el que se superponen restos de varias épocas, desde la Edad del Hierro hasta la Edad Media.

La construcción representa un ejemplo de arquitectura poco común por sus proporciones y equilibrio, un entorno bellísimo (a la entrada del Parque Natural del Cañón del Río Lobos), las elaboradas técnicas de defensa y sobre todo su esbelta torre.

El conjunto constaba de un triple recinto amurallado protegido por un foso. La planta del castillo se adapta a la forma del espolón rocoso en el que se asienta. En la actualidad, los restos más notables son los muros de las estancias que delimitaban el patio de armas, la torre del homenaje y el aljibe.

El techo de la torre es una bóveda ojival que tiene restos de pinturas y está apoyada en modillones decorados con cabezas y personajes. En la clave de esta bóveda hay un agnus dei, figura de un cordero que algunos estudiosos encuadran dentro de la simbología templaria.

 

 

 

Canal Romano de Ucero

Ucero, el pueblo más cercano al cañón guarda secretos que merece la pena descubrir, desde un canal romano que mediante un túnel de 133 metros atraviesa un cerro, Se trata de un túnel que forma parte de una obra hidráulica mayor, para abastecer de agua la ciudad romana de Uxama. Los romanos captaban el agua en el nacedero del Ucero, también llamado de la Galiana, y la conducían por un canal, en la mayor parte del recorrido a cielo abierto, de 18 kilómetros.

El canal abastece pequeñas presas de riego en las villas que cruza durante su recorrido hasta llega a Uxama.

Castillo, Parque natural del Cañón del Río Lobos y la ermita de San Bartolomé, o el canal hidráulico romano que conducía el agua a la ciudad celtibero-romana de Uxama, hacen que este lugar sea uno de los de mayor atractivo de la provincia de Soria.

Monumento Natural de la Fuentona

¿Cómo llegar?

Desde El Burgo de Osma capital tomaremos la autovía A11. Una vez recorridos 30 kilómetros nos desviaremos a la derecha en dirección a la localidad de Calatañazor. Pasado el municipio de Calatañazor llegaremos hasta Muriel de la Fuente y desde aquí ya veremos el desvío a la Fuentona.

La Visita

Unos 500m al norte de Muriel de la Fuente, una senda de ribera nos conduce entre barrancos, cárcavas, desfiladeros, sabinas, vegetación de ribera, nenúfares y botones de oro, hasta ese manantial que descubrimos como por sorpresa en medio de este paisaje imprevisible, una laguna que es el nacimiento, o nacedero, del río Abión y que, después de regar y convertir en fértil huerta las vegas de la Tierra de El Burgo, cede sus aguas al río Ucero en la villa episcopal.

La Fuentona en toda su hermosura kárstica, es gélida, de aguas más que transparentes, considerada uno de los parajes más bellos de la provincia, una torca o embudo de origen kárstico, que tiene comunicación con las corrientes subterráneas de las plataformas calcáreas de Calatañazor; sus aguas son tan cristalinas que parecen no tener sino un palmo o dos de hondo, aunque la realidad es que el manantial con una profundidad aproximada de unos cincuenta metros se prolonga en longitud varios cientos más hasta alcanzar el nivel del agua del río subterráneo con el que está conectada.

Antes de llegar a ella, a la derecha del camino, se nos abre otra senda en la que en su caminar nos permite descubrir una cascada suma sus sonidos líquidos a los de alondras, mirlos y terreras. En sus paredones crían además algunas parejas de buitres leonados y halcones

Al entrar en el cañón continuamos por un camino asfaltado nos permite avanzar en coche unos 2,5 km hasta el parking de Valdecea, desde donde caminaremos hasta la ermita.

Reserva Natural del Sabinar de Calatañazor

¿Cómo llegar?

Desde El Burgo de Osma coger la A-11 dirección Soria. una vez recorridos 30 kilómetros nos desviaremos a la derecha en dirección a la localidad de Calatañazor. Pasaremos esta hermosa villa medieval y antes de llegar a Muriel de la Fuente, en la margen derecha de la carretera, es donde el sabinar que baja de la sierra de Cabrejas encuentra su densidad más impresionante.

El Palacio de Santa Coloma junto a la localidad de Muriel de la Fuente, alberga la Casa del Parque del Sabinar, donde además de conocer las peculiaridades del Espacio Natural, se puede interactuar con otros espacios protegidos del entorno: el Monumento Natural de la Fuentona y el LIC, Red Natura 2000, de la sierra de Cabrejas.

La Visita

En los llanos de Calatañazor, se encuentra uno de los bosques de sabinas mejor conservados del planeta. Este sabinar suma a su gran valor ecológico las bayas, que alimentan en los meses de más frío a cuervos, urracas, zorzales y otros pájaros.

De esta forma, además de ser la masa de sabinar más espeso del mundo (su densidad es normal para un encinar, pero excesiva para un sabinar tipo) se revela como un bosque invernal muy interesante para los aficionados a la ornitología.

Incluido en la Red de Espacios Naturales de Castilla y León, este bosque acogedor y longevo contiene una de las escasas masas de sabinas albares (Juniperus thurifera) de porte arbóreo y gran altura. Algunos ejemplares alcanzan los catorce metros de altura, más de cinco de perímetro y cerca de dos mil años de existencia.

Al entrar en el cañón continuamos por un camino asfaltado nos permite avanzar en coche unos 2,5 km hasta el parking de Valdecea, desde donde caminaremos hasta la ermita.

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Puente medieval de origen romano

 

Siglo I a. C.

Conocido popularmente como Puente de la Torre del Agua.

Eduardo Saavedra y Moragas 18291912, que tomó este puente como punto de partida para describir la vía entre Uxama y Augustóbriga, sostiene que la fábrica contiene mucho sillarejo, el aparejo es deficiente e irregular, la rasante es en forma de lomo de asno propio de los puentes medievales y que existen sillares grabados con iniciales, muy propio del medievo.

 

También hay otra corriente de opinión muy autorizada, entre ellos, Carlos Fernández Casado 190588, que piensa que existen suficientes materiales originales de origen romano como para que se le pueda acreditar su filiación sillares perfectamente labrados, sobre todo en las bóvedas menores y en boquillas, las hiladas de piedra intentan mantener la misma altura, los tajamares en cuña así como en su fábrica, parecen romanos, los signos epigráficos aparecidos en algunas piedras, son caracteres del antiguo alfabeto ibérico, muy comunes en las obras civiles romanas, construidas con mano de obra local.

 

En el año 1753 se produce una intervención dado el deterioro que sufría el puente, que llevaron a cabo los maestros canteros José de Oñaederra, Manuel de Arribas y Gabriel Martínez. Las obras fueron revisadas por el Intendente Corregidor de la Villa y por el maestro de obras Fray Antonio de San José Pontones.

En el plano de la Villa realizado por Francisco Coello de Portugal en 1860 figura como habilitado.

Consta de 3 vanos con arcos de medio punto. Entre medias dos fuertes pilas reforzadas por dos potentes tajamaresespolones en forma de cuña y sombrerete a dos aguas que en altura no sobrepasan los riñones de los arcos. Paramentos hasta estribos con sillares de piedra caliza irregulares en volumen en las zonas inferiores predominio de sillarejo y en tímpanos piezas de mayor calado, con un labrado adecuado, bien ensambladas.

 

En tajamares y espolones la piedra es mas regular. Tablero a dos aguas y gruesos pretiles de sillar y sillarejo coronado por una fina albardilla del mismo material.

El firme actual está compuesto por canto rodado y lajas. Hay escaleras de piedra en ambas caras para acceder al río estribo izquierdo. 

 

Iglesia de Santa Cristina Osma

 

Siglos XVIXVIII

La iglesia de Santa Cristina se erige en la ribera derecha del río Ucero, engrandecido por las aguas del Abión que desemboca unos metros más arriba. Su emplazamiento es testigo del suave rumor del río, junto al vetusto puente pétreo, al pie del castillo roquero y bajo la mirada de la primigenia Uxama Argaela.

El templo es de planta de cruz latina, de una sola nave, coro en alto a los pies, cúpula de media naranja sobre pechinas cubriendo el crucero y presbiterio con testero plano. La cubierta de la nave central es de bóveda de cañón con lunetos y tramos separados por arcos fajones de medio punto que se corresponden al exterior de los contrafuertes.

El grueso del actual templo data de principios del siglo XVIII. Fue proyectado por Domingo Zaguirre y ejecutado por Alonso Martínez de Ochoa y Manuel de Arribas.

En 1779, el edificio sufrió un incendio y las obras de restauración concluyeron en 1782. De anteriores etapas, lo más destacado es la portada renacentista, de la segunda mitad del siglo XVI, con dos columnas corintias ante pilastras sobre podium que flanquean un arco de medio punto con el relieve del Padre Eterno en el tímpano.

En 1789, el presbítero oxomense Felipe Sanz, canónigo de la Catedral, solicitó y recibió el cuerpo de Santa Cristina, procedente de Roma, y lo entregó a esta iglesia de la que es titular y en cuyo retablo mayor se venera desde entonces.

 

Castillo de Osma

El castillo de Osma contó entre otras novedades constructivas con unas cámaras de tiro con saeteras en la parte baja de los muros con un canal de tiro innovador que permitía que los arqueros enemigos no pudieran embocar el tiro hacia ellos. Este tipo de saeteras sólo se conocen en Tierra Santa durante la Primera Cruzada. A este respecto conocemos que hubo una relación directa entre uno de los señores de Osma y la construcción de los castillos cristianos en los Santos Lugares.

Almanzor si llegó a tomar la fortaleza y realizar algunas obras, tal vez el forro de las torres condales. Después pasó a manos cristianas con Fernando I en 1011 que a su vez acomete las obras de las almenas. Desde esa fecha adquiere una enorme importancia para los cristianos en su defensa de la frontera del Duero.

La fortificación se completó, además, con una torre avanzada para recoger agua del río a este tipo de torres se les conoce como corachas. En 1194 el rey Alfonso VI, que ya había tomado Toledo en 1086, conquista Medinaceli y la frontera se traslada definitivamente hacia el sur. A partir de entonces el castillo conoce una prolongada decadencia.