Homenaje a José Luis Palomar

Cultura

El día 8 de febrero a las 18:00 h en el Teatro del Centro Cultural de San Agustín podremos disfrutar de este homenaje al celebre Maestro.

Un poco después de la presentación de la exposición pictórica «Dinastía Bienvenida», el mismo día 8 de febrero a las 17:00h, en el teatro, podremos asistir al homenaje al celebre matador.

José Luis Palomar Romero

Nació en Soria el 22 de noviembre de 1952

Alternativa:

Fecha: 4 de marzo de 1978

Lugar: Castellón de la Plana

Padrino: José María Manzanares

Testigo: Pedro Moya ¨Niño de la Capea¨

Ganadería: Baltasar Ibán

Confirmación:

Fecha: 17 de mayo de 1978

Lugar: Madrid

Padrino: Dámaso González

Testigo: Pedro Moya ¨El Niño de la Capea¨

Ganadería: Ramón Sánchez

El Torero de la Tierra

Matador de toros nacido en Soria el 22 de noviembre de 1952, En su ciudad natal viste su primer traje de luces el 10 de julio de 1970 y continúa tomando parte en festejos económicos –en 1972 lo hizo en dieciocho ocasiones—hasta el 1 de octubre de 1973 en que, igualmente en Soria, alternaría con Carlos Escolar, Frascuelo, y Álvaro Laurín en la lidia de ganado de María Luisa Domínguez Pérez de Vargas.

Dos temporadas después se presenta en Pamplona, el 18 de mayo, para despachar un encierro de la ganadería de Fuentelespino en unión de Manuel Giraldo y la torera Blanca Inés MaclasRosarito de Colombia, con el aceptable resultado de dar una vuelta al ruedo tras dar muerte a su primer enemigo.

El siguiente 17 de agosto alcanza un rotundo triunfo en Alfaro (Logroño) al cortar las dos orejas de cada uno de sus novillos, del hierro de Benjamín y Blanca Vicente, en presencia de sus compañeros de cartel, el espada Justo Benítez y el rejoneador Cándido López Chaves.

Debuta en Zaragoza el posterior 12 de octubre y le conceden una oreja de su segundo oponente, de la divisa de Juan Muriel, ante el citado Justo Benítez y Paco Aguilar. Pese a sus reiterados éxitos iniciales le cuesta dar el estirón que le sitúe en el lugar sobresaliente en el escalafón novilleril, lo que no consigue hasta la temporada de 1977, en la que actuaría treinta y seis tardes. El 3 de junio pisaría por vez primera el albero de la plaza de Las Ventas, de Madrid, para alternar con Luis Miguel Moro, Lucien Tiene Orlewski, Chinito, y Juan Ramos en la lidia de seis novillos de Antonio Arribas y dos de El jaral de la Mira. Causa una grata impresión el debutante en los tres tercios de la lidia y es premiado con una oreja de su primer oponente. El posterior 6 de julio, en Pamplona, corta una oreja de cada uno de los novillos de su lote, de la vacada de Diego Romero, ante el espada Miguel Espinosa, Armillita, y los caballeros en plaza Álvaro Domecq y João Moura.

Muy al principio de la campaña de 1978 toma la alternativa, en el 4 de marzo, en Castellón apadrinado por José María DolsManzanares, con Pedro Gutiérrez Moya, Niño de la Capea, de testigo del protocolo. Se corrieron toros de los herederos de Baltasar Ibán y el toricantano corta una oreja de cada uno de los astados que le correspondieron; uno de ellos se llamó Provechoso, herrado con el número 40 y negro de capa. No logra calificación superior a la de aceptable al confirmar la alternativa en Madrid el 17 de mayo –Feria taurina de San Isidro–, donde Dámaso González le cede, ante el mencionado Niño de la Capea, la muerte de un ejemplar de Ramón Sánchez, mientras el que cerró plaza lucía la divisa de Antonio Arribas.

Heridas y trances:

Las heridas de mayor consideración sufridas por este primer matador de toros soriano son la del 17 de agosto de 1973 en Rascafría (Madrid) y la del 12 de agosto de 1978 en Huesca.

En esta fue corneado en un muslo, de gravedad, por un cornúpeta de los Herederos de Carlos Núñez del que le llevarían las dos orejas a la enfermería. Le acompañaron en el ruedo aquella tarde Santiago Martín, El Viti y Raúl Aranda. Ha cerrado esta última temporada, y pese a tal percance, con treinta y nueve contratos cumplimentados, quedando su nombre en muy buen lugar para futuras confrontaciones. Por su conocimiento de la lidia, buenas maneras, decisión y deseos de complacer puede tener posibilidades para mejorar el crédito que le ha concedido la afición. Toma parte en once corridas en el transcurso de la temporada de 1979 y tan solo en cuatro en la posterior, incluida la del 28 de junio en su natal Soria, donde logra un completo triunfo al cortar cuatro orejas y un rabo de astados de la ganadería de Sánchez Fabrés, lo que pudieron testificar Francisco Ruiz Miguel y Pedro Gutiérrez Moya, Niño de la Capea.

La Corrida del Siglo

Participa en dieciséis funciones en 1981 y alcanza uno de los mayores éxitos de su vida torera en la memorable corrida del 1 de junio de 1982 en el madrileño coso de Las Ventas, al serle concedida una oreja de cada una de las reses de la vacada de Victorino Martín que le correspondieron en el previo sorteo, con salida a hombros por la puerta grande. Compartieron aquella inolvidable jornada, presenciada por toda España al ser retransmitida por televisión en directo, los asimismo triunfadores Ruiz Miguel y Luis Francisco Esplá. En el reparto de trofeos al final de la serie de festejos de San Isidro, le entregaron a Palomar los destinados al mejor quite, donado por MayteSan Sebastián de los Reyes y peña Los areneros.

Se le incluye en el cartel de la postinera corrida de Beneficencia que tuvo lugar el día 16 del mismo mes, junto a Antonio Chenel, Antoñete, y el precitado Ruiz Miguel, y vuelve a repetir la hazaña al desorejar a los toros de su lote, del mismo ganadero de Galapagar, con salida en clamor de multitud calle de Alcalá arriba.

Entre los triunfos que jalonaron aquella su brillantísima campaña de 1982, en la que se vistió de luces cincuenta y cuatro tardes, cabe destacar el del 18 de agosto en Villarrobledo, de donde se llevó tres orejas cuando alternaba con Luis Francisco Esplá y Vicente RuizEl Soro, en la lidia de tres ejemplares de la divisa de Núñez Hermanos y otros tres de la de Núñez Moreno de Guerra; el del 9 de septiembre en Morata de Tajuña, al ganar dos apéndices de bureles del hierro de Amelia Pérez-Tabernero; el del día siguiente en San Martín de Valdeiglesias, con tres orejas de pupilos de la ganadería de Río Grande, y el del 24 del mismo mes en Guadalajara, con una cosecha de tres orejas de astados de la divisa de Baltasar Ibán. Un par de percances hay que destacar en este su gran año de 1982, el del 8 de julio en Pamplona, donde un morlaco de la vacada de Pablo Romero le infiere una cornada en el brazo derecho, en presencia de José Nelo, Morenito de Maracay, y Víctor Mendes, y el del inmediato día 21 en Mont-de-Marsan (Francia), donde heridas en la cabeza al ser revolcado por una alimaña del repetido Victorino Martín.

Perú – El Burgo de Osma

Marcha aquel invierno a Perú para participar con acierto en la feria limeña y reanuda su rosario de éxitos en coliseos españoles durante la campaña de 1983, entre los que pueden destacarse el del 2 de julio en Soria, donde sus paisanos le entregan tres orejas de reses de los hierros de Antonio Pérez Angoso y de Juan María Pérez-Tabernero, ante sus compañeros de terna Francisco Ojeda y Juan Antonio Ruiz, Espartaco; el día 15 de agosto en El Burgo de Osma, con idéntico número de trofeos, ahora de bureles de la ganadería de Rodríguez Arce, con Julio Robles y Juan Antonio Esplá de complementos de la terna; el del 3 de septiembre en Villarejo de Salvanés, con la magnífica cosecha de cuatro orejas y un rabo de ejemplares de la vacada de Bernardino Jiménez, de lo que dieron fe Gregorio Tébar, El Inclusero, y Morenito de Maracay; el del siguiente día 17 en Lozoyuela, para competir con Miguel Espinosa, Armillita, y Pablo Santamaría y obtener, aparte de cuatro orejas y un rabo, el trofeo Hernán Cortés, con toros de la vacada de Valverde en el redondel; su triunfo en la Feria madrileña de Otoño, en la que consiguió el trofeo donado por la peña Usera, y el del 1 de octubre en Torrijos, con pupilos de la divisa de El Chaparral, delante de Tomás Campuzano y el también citado Pablo Santamaría.

El 15 de ese octubre resultó herido en el muslo izquierdo cuando intervenía en un festival en el ruedo de la mencionada ciudad de Torrijos. Cerró el año con treinta y nueve actuaciones, y una vez más en la capital soriana torea el 30 de junio de 1984, donde es herido de suma gravedad por una res de la ganadería de Martínez Uranga, la cornada seccionó la vena safena del muslo izquierdo, siendo el hecho presenciado por Emilio Muñoz y Francisco Ojeda. Tres orejas le concedieron el 12 de agosto en Herrera de Pisuerga, de elementos del hierro de Ignacio Sánchez y Sánchez, en presencia de Morenito de Maracay y Luis Reina. Cumplió este año de 1984 veintiséis ajustes y veintitrés en 1985, siendo destacable su gran triunfo del 26 de junio en Soria, donde actuó como único espada con reses de la divisa de Joaquín Buendía, con un botín de cinco orejas y un rabo. Le entregan los máximos trofeos de astados de la ganadería de Lorenzo y Alejandro García tras dar la alternativa a José Antonio RomeraRomerita, en presencia de Juan Antonio Esplá, el día 25 de agosto en Belmonte, y cinco días más tarde presencia la muerte de su compañero José Cubero, Yiyo, en Colmenar ViejoEn Guadalajara, el 20 de septiembre, corta dos apéndices de un ejemplar de la divisa de Torrealta, ante Luis Francisco Esplá y El Soro. Durante la campaña de 1986 intervino tan solo en once corridas, sin que faltaran jornadas brillantes, como la del 29 de junio en Zamora, con corte de tres orejas de Bureles del hierro de Puerto de San Lorenzo, con Niño de la Capea y Rafael Camino de compañeros en la arena, y la del 17 de agosto en Calatayud, donde la cosecha fue de una oreja de cada uno de los toros que formaron su lote, ambos de la ganadería del conde de Murça, lo que llevó a cabo en presencia de Roberto Bermejo y Gitanillo de América. Torero elegante que domina los tres tercios de la lidia, debió mantener la categoría que llegó a alcanzar en este dificilísimo mundillo taurino.

 

Su singular idiosincrasia debió oponerse a ello, pero parece fuera de toda duda que sus tardes gloriosas de 1982 están muy presentes en la memoria de la afición. Por supuesto está en condiciones de volver a ocupar un puesto destacado en el actual escalafón de los matadores de toros. Solo hace falta que el interesado se lo proponga. En 1987 torea muy poco, solamente cinco tardes, y a excepción de un paseíllo en su Soria natal, el resto en plazas de poca importancia, Sin embargo, en 1988, de la mano de su nuevo apoderado, Ángel Díaz, parecen rodarle mejor las cosas. Comienza en Madrid, el 17 de abril, en una corrida denominada de la oportunidad para poder entrar en algún cartel de San Isidro. Se lidiaron seis toros de don José Escolar Gil y la corrida se convirtió en la del terror. Alternó con Juan Rivera y José Luis Seseña, que confirmaba la alternativa. Se le aplaudió en los dos. Fue cogido en el primero y tras correr el turno salió de la enfermería para matar el sexto. Juan Rivera en su primero también fue corneado y ya no pudo salir. La segunda corrida del año fue también en Las Ventas, donde el 29 de mayo, en la decimosétima de la feria, alternan los tres de la corrida del terror. También hace el paseíllo el rejoneador Luis Baldenegro. En chiqueros espera seis toros del hierro portugués de don Joaquín Manuel Murteira Grave para la lidia a pie. Una corrida con cuajo, y entre ellos, Cumplidor, herrado con el número 9, negro de capa, de 560 kilos de peso, que correspondió a José Luis y que después de su muerte sería arrastrado en una clamorosa vuelta al ruedo. El soriano le cortaría una oreja. Por encima de muchas virtudes que tuvo su actuación hay que destacar que hizo honor a lo que figura en su tarjeta de visita: matador de toros. Ejecutó dos volapiés perfectos. Matando sus dos toros por arriba, saliendo en ambas ocasiones limpiamente de la suerte. No es de extrañar que los jurados de la Casa de CórdobaMayteFederación Nacional TaurinaRadio Ejido e IMSERSO lo premiaran como el mejor estoqueador de San Isidro. No vuelve a torear hasta el 3 de julio, en Soria, y esta vez salida en Hombros de sus paisanos. Después de torear en Teruel el 8 de julio, vuelve a Madrid el 17 del mismo mes, pero no consigue revalidar el triunfo de mayo, algo que sí hace en Soria, de donde sale de nuevo por la puerta grande el 30 de julio. En agosto hace cinco paseíllos, con un resultado muy positivo, ya que, en Tarazona, el día 28, corta tres orejas, y en Colmenar Viejo, el último día del mes, sale en hombros tras cortar dos orejas al quinto, de doña Dolores Aguirre YbarraGuindoso de nombre, al que mata de otro ejemplar volapié, lo que le vale el trofeo de la Asociación Taurina Cultural Tierra de Toros al triunfador de la feria.

Alternó con Ruiz Miguel y Fernando Cepeda. Aunque en cosos menos importantes, se lleva una oreja de Navacerrada, dos de Almazán y otras dos, de nuevo, en Navacerrada, poniendo fin a su temporada en Villaviciosa de Odón, el 25 de septiembre. Ha toreado diecisiete corridas de toros, todas ellas en España. En 1989, sus dos primeras tardes son en Madrid, el 22 de abril y el 13 de mayo, pero no obtiene los triunfos que le introduzcan en las ferias importantes. Por ello, excepto en Soria y Pamplona, no participa en otras ferias durante la temporada, máxime cuando en estas dos tampoco triunfa. La campaña se salda con un escasísimo número de actuaciones, que alcanza la cifra de once, de ellas, dos en Francia. Además, la mala suerte le persigue y es herido grave dos tardes. La primera en Tarragona, el 13 de agosto, cornada que le infiere el primer toro, con el hierro de don Alonso Moreno de la Cova, en el abdomen, con dos trayectorias. El doctor Rafael Rubio califica el estado del diestro de gravísimo. Completaban el cartel Marcos Valverde y Antonio Mondéjar. La segunda, el 2 de septiembre, en Alcalá de Henares, cornada que pone fin a su temporada. Fue un toro de Peñajara, el primero de su lote, que le prende, haciendo carne, al pararlo. Esta vez la herida es en el muslo izquierdo. No puede, por tanto, matar ningún toro, quedando el festejo en un  mano a mano entre los otros dos matadores que banderillean, Víctor Mendes y El Soro. Puede que influido por esos percances, en 1991 solamente torea cuatro tardes, dos de ellas en Soria. En 1992 únicamente se viste de luces una tarde, en Soria, el 27 de junio, y no es mejor 1993, ya que, al margen de dos tardes en Soria, solo hace un paseíllo más. En 1994 vuelve a repetirse la cifra de actuaciones del año anterior y en 1995 figura con una sola corrida en los archivos.

(Fuente https://historiadeltorero.com/)