El jueves 13 de marzo a las 20:30h en el Teatro del Centro Cultural de San Agustín podremos disfrutar de la obra de Teatro, “La Celestina”, una propuesta de la compañía AEDO.
Una adaptación del clásico de Fernando de Rojas que combina el respeto al texto original con una mirada actual y femenina.
Elicia, la criada de la alcahueta, nos cuenta la historia de cómo murió la Celestina a causa de los amores entre los jóvenes amantes Calixto y Melibea. A modo de narradora, Elicia no solo cuenta la historia de la obra clásica, sino que también contextualiza y explica la trama y la época en la que fue escrita por su autor.
Nunca hemos entendido por qué «La Celestina», una obra sobre prostitución, muerte, venganza y envidias ha sido siempre un libro de lectura obligatoria para adolescentes. Quizá, el velo del «teatro clásico», el lenguaje antiguo y los vestuarios medievales han conseguido ocultar las calamidades que la obra refleja. Pero, cuando se despoja a la palabra de todos los fuegos artificiales, aparece la crueldad con la que la mujer (prostituta, bruja, objeto) es retratada.
La historia de la Celestina nos sirve de excusa para profundizar en el papel de la mujer en la Edad Media y la literatura, y para reflexionar sobre la brujería y la prostitución a través de la poesía, con poemas de Sor Juana Inés de la Cruz o María de Zayas. En nuestra puesta en escena, no solo contamos la historia que quiso transmitirnos Fernando de Rojas; nos atrevemos a acercar el clásico al público joven y adulto, pero sin fuegos artificiales que desvíen la atención de lo que realmente importa.
Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:
si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?
(Sor Juana Inés de la Cruz)
Yo viví en Salamanca la obra presente
y quiero contarla por tres razones:
es la primera, que nuestra historia entera
llegue a vuestros corazones;
la otra, saldar la deuda con los inocentes;
y es la final, ver si alguna de estas gentes
despierta y huye de los vicios del amor.
La historia de estos amantes inconscientes
escuchad con atención y temor,
y yo contaré con verdad y rigor
la historia de la famosa alcahueta,
de la que fui sombra de su silueta.
Vosotros, tomad esta obra como ejemplo,
un escudo con el que os defendáis:
Si la vida queréis vivir, tomad ya las riendas,
para que en el amor no os perdáis.
Andad en sobre aviso:
No sigáis de muertos el ejemplo.
Podrán matar a una Celestina a cuchilladas. Podrán matar a otra Celestina en la hoguera. Podrán abusar y matar a otra entre varios durante una fiesta, solo por diversión, solo por placer. Podrán, pero nunca acabarán con nosotras. Porque esa es nuestra verdadera magia. Estar aquí. Resistir. Estar aquí pese a todo. Nosotras somos las Celestinas que han sido y las que serán. Somos las brujas que hacen desaparecer las lágrimas, las brujas que transforman en fuerza el dolor. Porque, al final, no importa cuántas Celestinas caigan. Siempre habrá una más que se levante, una Elicia que deje de ser Elicia para ser Celestina. Una más que tome el relevo, que siga haciendo mejunjes y aceites y esconda en el oficio de costurera el de hechicera. Porque siempre, desde el
primer día, hemos estamos aquí. Y estaremos aquí siempre.