«Alfoz de Gormaz»
Vildé es una localidad española del municipio de Burgo de Osma – Ciudad de Osma.
Perteneció tras la reconquista de la zona al alfoz de Gormaz quedando su historia ligada a la villa de Gormaz hasta la liquidación de los señoríos en el siglo xix.
En el censo de 1787, ordenado por el conde de Floridablanca, figuraba como lugar del partido de Gormaz en la intendencia de Soria, con jurisdicción de señorío y bajo la autoridad del alcalde pedáneo, nombrado por el conde de Ribadavia.
A mediados del siglo xix el término del municipio creció al incorporar a Navapalos. En 1967 el municipio de Vildé desapareció, al fusionarse con los de Burgo de Osma, Osma, Alcubilla del Marqués, Torralba del Burgo, Lodares de Osma, Berzosa y Valdenarros para formar el nuevo término municipal de Burgo de Osma – Ciudad de Osma.
En los alrededores de Vildé están la presa en el Duero, el pantano en el río Caracena y la torre de la Mora.
Por la localidad discurre el Camino del Cid.
El Pantano de Vildé
A poca distancia del Burgo de Osma, está el pantano de Vildé. Con forma de cañón es uno de los parajes que a pesar de ser poco conocido, merece mucho la pena visitar y disfrutar de sus aguas de tonalidad azul verdoso procedentes del Río Caracena.
Un entorno precioso por descubrir, colmatado por una pequeña presa y encajonado en la hoz por la que discurre, crea un espacio natural maravilloso.
La presa se construyó en el año 1935, para el aprovechamiento agrícola antes de que sus aguas confluyan con las del Duero.
Una de las zonas de baño de Soria con uno de los parajes más espectaculares, que ofrece además alternativas como la ruta que comienza en Villanueva de Gormaz y, sigue el trazado del río pasando por el Cañón de Vildé.
Monumento romano turriforme
El pueblecito de Vildé está situado a tan solo 17 kilómetros de Burgo de Osma. Es conocido principalmente por tener el único monumento funerario turriforme del norte de la Península a excepción de Cataluña. Conocido como Torre de la Mora, constituye una singularidad dentro de la arquitectura funeraria romana.
Conserva restos de la escalera y pinturas geométricas y está relacionado con la villa romana de Tras las Huertas que se encuentra junto al mismo. El conjunto cuenta con declaración de Bien de Interés Cultural desde el año 1993 y ha sido restaurado, señalizado y vallado para su visita.
Este edifico de planta rectangular tiene unas dimensiones de 5,30 por 6 metros hacia el exterior. Consta de dos plantas y está compuesto de hormigón, es decir, de opus caementicium rellenado con trozos de cerámica. El monumento se encuentra parcialmente deteriorado puesto que nunca ha sufrido una restauración, y el tiempo y los estragos de la naturaleza han hecho mella en él.
El monumento funerario que data de época romana se sitúa entre los siglos I y IV d.C., esta oscilación de tiempo es muy grande, pero el problema es que los elementos que encontraron en superficie van desde una moneda de época tiberina hasta restos de terra sigillata hispánica tardía. Sin embargo, según las técnicas constructivas, el edificio estaría encuadrado en algún momento a finales del siglo II y principios del III d.C.
No obstante, a pesar de ser el monumento funerario el principal reclamo arqueológico del pueblo, a su alrededor también hay diversos yacimientos arqueológicos de suma importancia una necrópolis posthallsttática y un establecimiento hispanorromano en Traslashuertas.
El yacimiento de Traslashuertas se trata de un establecimiento de tipo rural, al parecer una villa. En el lugar donde antaño estuvo encuadrada la villa encontramos una gran abundancia de restos materiales tales como, terra sigillata de su variedad hispánica, objetos de bronce y hierro, sillares, mármoles, etc. Toda el área se encuentra removida por las labores agrícolas que se han ido llevando a cabo, lo que ha provocado una mezcla total de gran parte de los restos que allí se han encontrado.
Cuenta también Vildé con diversas fuentes y manantiales con propiedades termales. Las aguas fluyen a una temperatura estable de 18 grados centígrados y también se encontraron restos de lo que parece ser un hypocaustum, de manera que esto nos podría indicar la existencia de una terma dentro de la villa.
En este entorno fue hallada una estela funeraria paleocristiana que data de entre los siglos VVI. Se la considera como uno de los más antiguos documentos sobre la fundación de un convento pues su inscripción se refiere a la relación de la difunta con dicha fundación. Se encuentra expuesta en la entrada de una sala del Museo Numantino de Soria.