La Villa es Historia

 

 

Precisamente la alianza con los numantinos y su participación decisiva en la defensa de la ciudad provoca que en el año 153 a. C. sea atacada por el cónsul Fulvio Nobilior. Un asalto que al parecer, según silencian su resultado las fuentes romanas, no debió de ser muy exitoso para los conquistadores.

Finalizada la guerra, tras la caída de Numancia, la ciudad arévaca no perdió ocasión de enfrentarse al poder de Roma. Participa vivamente en la sublevación de los inicios del siglo I a. C. de las ciudades arévacas apoyando a Sertorio durante las guerras civiles romanas. Incluso una vez muerto éste y vencidos la mayor parte de sus partidarios prolonga su particular lucha contra los romanos, hasta que fue tomada y devastada por el general Pompeyo en el año 72 a. C.

Celtíberos

Uxama

La vida de Uxama comenzó en la segunda Edad de Hierro (Siglo IV a.C.), fue un célebre asentamiento de los arévacos, grupo tribal a su vez perteneciente a los celtíberos, estaban organizados en comunidades independientes, eran agricultores, ganaderos y artesanos.

Su amistad y los lazos políticos con los numantinos hace que la ciudad de Uxama participe muy activamente en la defensa de aquella población contra los romanos, entre otras cosas, y según relatan las fuentes clásicas, abasteciéndola de víveres.

Romanos

Uxama Argaela

Su amistad y los lazos políticos con los numantinos hace que la ciudad de Uxama participe muy activamente en la defensa de aquella población contra los romanos, entre otras cosas, y según relatan las fuentes clásicas, abasteciéndola de víveres.

Precisamente la alianza con los numantinos y su participación decisiva en la defensa de la ciudad provoca que en el año 153 a. C. sea atacada por el cónsul Fulvio Nobilior. Un asalto que al parecer, según silencian su resultado las fuentes romanas, no debió de ser muy exitoso para los conquistadores.

Finalizada la guerra, tras la caída de Numancia, la ciudad arévaca no perdió ocasión de enfrentarse al poder de Roma. Participa vivamente en la sublevación de los inicios del siglo I a. C. de las ciudades arévacas apoyando a Sertorio durante las guerras civiles romanas. Incluso una vez muerto éste y vencidos la mayor parte de sus partidarios prolonga su particular lucha contra los romanos, hasta que fue tomada y devastada por el general Pompeyo en el año 72 a. C.

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Visigodos

Oxoma u Osoma

Los visigodos aumentaron su importancia al convertirla en sede episcopal en el siglo VI d.C., con la construcción de una iglesia dedicada a San Miguel. La vieja Uxama, pasó a conocerse como Oxoma u Osoma durante este periodo y vivió hechos significativos, como la participación en el Concilio de Toledo con una pequeña delegación.

De esta manera, en el siglo VI, durante la dominación visigoda, es sede del obispado Oxomense, con lo que ejerce un control territorial civil y religioso de un amplísimo territorio.

Musulmanes

Qalat Waxsima

En el siglo VIII, los musulmanes tomaron la ciudad tras invadir la península, y la rebautizaron como Waxsima fue una tierra de frontera durante varios años, en la que musulmanes y cristianos se disputaron la hegemonía de esta posición estratégica.

En el 912 el caballero Gonzalo Téllez la reconquistó, trasladando el poblado al cerro vecino, en la margen izquierda del río Úcero, construyendo el castillo en un escarpado cerro de intrincado acceso entre los ríos Ucero y Abión, y amurallando la localidad de Osma, en la inestable frontera que dividía el Reino de León del Califato de Córdoba.

Pocos años después de su construcción fue arrasado por los ejércitos de Al-Ándalus. Decidido a convertirlo en la pieza clave de la frontera, Ramiro II lo refuerza para que pueda resistir a las tropas califales, que terminarían tomando y reconstruyendo en los años siguientes la cercana fortaleza de Gormaz, convertida en su base de operaciones y de asedio contra Osma. Fue uno de los enclaves estratégicos más relevantes del Reino de León y del Condado castellano de Fernán González en este territorio.

En este s. X los árabes construyeron una atalaya de vigilancia de la frontera, curiosamente sobre los cimientos de una rica casa romana.

Cristianos

Osma

Durante el siglo x, pasa con frecuente alternancia de unas a otras manos, para acabar definitivamente en las cristianas tras la desaparición de Almanzor en 1002.

Tras la reconquista, una parte de la población de Osma se fue estableciendo a extramuros del tercer recinto fortificado, en la margen derecha del río Úcero; alrededor de donde estaban las ruinas de una iglesia visigótica dedicada a San Miguel. A partir de entonces y progresivamente, la población fue abandonando el cerro del castillo y se trasladó al llano y ocupó el lugar de la actual población de Osma, en la orilla derecha del Ucero.

 

La Reconquista trajo consigo una repoblación de la zona que impulsó el Rey Alfonso VI en 1088. El monarca buscaba introducir la reforma cisterciense en la península y encargó al abad de la abadía de Cluny en Francia que enviara monjes benedictinos a los territorios reconquistados de Castilla. Entre esos lugares se encontraba la ciudad de Osma, que había crecido extramuros en la margen derecha del río Ucero.

Pedro de Bourges

El Burgo de Osma

En el 1101 el monje Pedro de Bourges fue nombrado obispo de Osma con el objetivo de reorganizar la diócesis local. Con su llegada se empezó a construir la nueva catedral de estilo románico en la parte izquierda del río.

Esto provocó que una nueva urbe se formara en torno a ella y Osma fue perdiendo población rápidamente.

El nuevo núcleo de población se constituyó como villa de El Burgo de Osma por el Rey Alfonso VIII de Castilla, famoso por vencer a los almohades en las Navas de Tolosa.

Había nacido la ciudad medieval por la que hoy pasean sus visitantes. El obispo recuperó la sede episcopal visigoda y consagró la catedral a la virgen de la Asunción.

Pedro de Osma fue santificado y venerado en El Burgo de Osma y otras localidades cercanas, además de santo lo nombraron patrón de la ciudad por ser su fundador, y su sepulcro ocupa desde 1551 una capilla de la catedral.

Durante la Edad Media El Burgo de Osma, como sede episcopal, era un centro económico, de saber y religioso principal en la región. El obispo Juan Domínguez tiró la catedral románica y construyó una de estilo gótico, la actual.